Me comentó:
- Me entusiasman tus ojos.
Y le dije:
- Me entusiasman tus ojos.
Y le dije:
- ¿Te gustan solos o con rimel?
- Grandes, respondió sin dudar.
- Grandes, respondió sin dudar.
Y también sin dudar se los dejé en un plato y me fuí a tientas.