17/7/11

La ley del mar.

Se sentó en la silla de aquel bar y subió los pies descalzos desde el suelo. Sintió la brisa marina y observó el mar de medianoche. Había encontrado mucho para no tener ni idea de lo que buscaba.

Viajaba sin rumbo y encontró una voz masculina constante al otro lado del teléfono. Le descubrieron tercios de Heineken a 1€, chapas de 50 tipos de cervezas diferentes, una sonrisa cálida y cómplice, y unas piernas morenas perfectamente dibujadas, que no podía dejar de mirar.
Había olvidado por completo que le gustaba.

Encontró besos, y un cesped de piscina que la esperaba desde hacía casi un año. Y risas. Y paz.
En realidad no se si me rescataste, o te rescaté yo a tí.
Igual no necesitabamos rescatarnos. Sólo encontrarnos, viejo amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Atrévete a comentar.. :)